Ricardo Bell, una campana que sigue tintineando

Arturo Arellano

Caminando por las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México me vi de pronto haciéndome algunas preguntas, en un país de contrastes, con hoteles ostentosos al margen de Alameda Central, pero también la pobreza en cada una de sus esquinas, ¿Qué habría aquí, antes de todo esto?